Se cuenta que el primer uso de la ensenada donde se localiza el actual puerto, la debieron hacer los astures del castro de Noega, ya que el lugar reúne unas favorables condiciones naturales: un lugar resguardado de los vientos más agresivos por el cabo Torres, suficiente calado y fácilmente localizable. Entre las primeras representaciones de la costa cantábrica realizadas por navegantes y cosmógrafos en los siglos XVI y XVII, conocidas como portulanos, ya aparece como un lugar descatado el cabo Torres y fondeadero de El Musel como lugar apropiado para resguardar a las embarcaciones durante los temporales.

La tradición conservera asturiana se remonta a la edad media, un oficio de gran arraigo en el Principado de Asturias cuya filosofía es ofrecer producto artesanal y de la mejor calidad. Las Conservas Artesanas Musel se caracterizan por contener una selección de los mejores frutos del mar y por conservar todas sus cualidades en el tiempo a través de un proceso artesano y manual cuyo resultado son unas conservas con un sabor exquisito y con sus valores nutricionales intactos.